sábado, 31 de mayo de 2014

Capítulo 15


Me coloco un pantalón y una camisa que había en un cajón, me está un poco ancha pero sólo la llevaré durante el desayuno. Me abrocho los botones de la camisa y recuerdo algo...
Cojo la nota que me dio Rose, que yo mismo escribí hace siete años un día de cosecha, y la introduzco en la bolsita que cuelga de mi cuello y se adhiere a mi pecho, junto con la foto de mi familia.

Ya estoy listo para partir, voy a la cocina y aunque los nervios me invaden el estómago, me dispongo a coger unas galletitas de cereales. Su sabor es áspero y nada tiene que ver con las que hacía mi abuela en casa con el trigo que recogíamos Casia y yo tras la alambrada.

Me las acabo y, en ese instante entra Clauddette en la sala con el resto de tributos.

-Vaya querido, veo que has madrugado.-dice llena de júbilo- Hoy es el gran día, tenemos prisa, así que desayunad rápido aunque eso sí, disfrutando el que tal vez será vuestro último desayuno- dice sonriendo sarcásticamente.-

Los chicos se sientan en la mesa pero ninguno toma gran cantidad, en ese momento no puedo mirar a Maysilee a los ojos, no después de lo de anoche, además que poco importa ya, porque en cuestión de horas estaremos luchando a muerte.

Terminamos y nos conducen a la terraza, donde hay dos aerodeslizadores y Bleey está allí esperando, se introduce en uno de ellos junto a las chicas y Claudette, Lenny y yo nos metemos en el otro.

Durante el paseo al estadio, me dedico a ordenar ideas en mi cabeza, y llego a la conclusión de que en lo que debo pensar es en el baño de sangre de la Cornucopia, y llego a la conclusión de que lo que debo hacer es concentrarme en salir corriendo en cuando suene el gong, cada segundo cuenta, y dirigirme a coger cuchillos y sobre todo una mochila con provisiones, más importante que los contenedores de comida, que acabarán en las garras de los profesionales.

Mientras estoy absorto en mis pensamientos, un avox llega para introducirnos el dispositivo de localización con una gran aguja. Comienza por la tributo del distrito 7, que ahoga un grito. En el otro lado del aerodeslizador, se oye la risa demoniaca de Anelem.

Llega mi turno, y aunque me duele bastante, no lo noto ya que tengo cosas mejores de las que preocuparme...

2 comentarios:

  1. Hola! Te he nominado a unos premios en mi blog:) Pasate:
    http://ruelaniitadeldistrito11.blogspot.com.es/2014/06/premio-desde-claudia-gutierritos.html
    MuchosBesos^^

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    1. Muchas gracias por nominarme, me pasaré en cuanto pueda bsss

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